Los diseñadores, arquitectos, aparejadores… durante nuestro tiempo de estudios reglados y más tarde con la experiencia del día a día, vamos adquiriendo un muestrario de recursos técnicos y una forma de hacer que irremediablemente nos definen y que constituyen el léxico y la sintaxis de nuestros proyectos.

 

En el taller nos gusta equiparar la labor del proyectista a la de un biógrafo entendiendo una biografía como una narración de los sucesos relevantes en la vida de una persona atendiendo su personalidad, motivaciones problemas y el trasfondo de sus éxitos y fracasos.

“Bio” (prefijo de origen griego, vida)

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 “grafía“ graphein (sufijo de origen griego, trazo, escrito, rayón, boceto)

 

De tal manera que los proyectos que hacemos son un compendio de deseos, vivencias, experiencias, necesidades y anhelos de nuestros clientes materializados a través de nuestra sintaxis. Trazos de vida.